¡Saludos, lectores y lectoras mágic@s!
El equipo Leviosá os trae algo especial: una historia original donde los mundos convergen.
Imaginar qué pasaría si Hermione se encontrara con otras heroínas fue emocionante. ¿El resultado? Una aventura donde ella, Miércoles Addams, Matilda y Enola Holmes unen fuerzas para salvar el tiempo mismo. No queremos hacer spoilers, pero... ¿os imagináis a estas brillantes mentes trabajando juntas? ¿Qué podría salir mal? ¿O quizás... qué podría salir increíblemente bien?
Os invitamos a leer nuestra historia completa aquí:
Hermione Granger se encontraba en la biblioteca de Hogwarts, sumergida en un grueso tomo sobre pociones avanzadas. El retrato de Marie Curie, recientemente añadido a la sección de científicas notables, la observaba con interés mientras trabajaba.
De pronto, el silencio reconfortante de la biblioteca, apenas interrumpido por el suave crujir de las páginas, se vio alterado por un destello que iluminó la habitación con un brillo sobrenatural. Confundida, levantó la vista justo a tiempo para ver cómo una figura se materializaba frente a ella. Era una joven de cabello oscuro y trenzas bien apretadas, vestida completamente de negro.
—¿Miércoles Addams? —preguntó Hermione. He leído sobre tu familia en la sección de historia mágica alternativa.
—Correcto. Me han enviado por ti —respondió Miércoles con su habitual tono monocorde, como si viajar entre dimensiones fuera parte de su rutina diaria.
Hermione frunció el ceño, cerrando su libro con suavidad pero sin perder el gesto de desconfianza. Instintivamente, sus dedos se deslizaron hacia su varita, un hábito adquirido tras incontables aventuras con Harry y Ron.
—¿Quién te ha enviado? —preguntó con cautela, siempre lista para enfrentarse a cualquier amenaza.
—Maléfica necesita ayuda —respondió Miércoles con una expresión inmutable mientras jugueteaba con un amuleto que parecía provenir de la Universidad Brakebills—. Ha reunido a las mentes más brillantes y poderosas de distintos mundos. Dijo que serías útil.
Antes de que Hermione pudiera formular otra pregunta, otro destello llenó la sala, y esta vez aparecieron dos chicas más. Una de ellas, pequeña y delgada, llevaba un abrigo viejo pero de aspecto elegante, y sus ojos brillaban con una inteligencia que Hermione reconoció al instante. La otra, con un aire de perspicacia indiscutible, sostenía un libro bajo el brazo mientras observaba la biblioteca con mirada analítica.
—¿Matilda Wormwood? ¿Enola Holmes? —dijo Hermione, sorprendida de verlas allí.
—Sí —respondió Matilda con una sonrisa cálida—. Al parecer, Maléfica nos necesita a todas.
Hermione asintió, empezando a comprender. Si Maléfica, la poderosa hechicera, estaba convocando a tantas mentes brillantes, algo importante estaba ocurriendo.
—No tenemos mucho tiempo. Nos esperan —dijo Miércoles, dirigiéndose hacia la puerta—. Aunque debo admitir que me gustaría explorar la sección de maldiciones antes de irnos.
Las cuatro chicas abandonaron la biblioteca y, antes de que Hermione pudiera procesarlo, se encontraron en un oscuro bosque, rodeadas por árboles altos y una niebla espesa. Frente a ellas, una figura imponente emergió de las sombras. Era Maléfica, la hechicera legendaria, con sus cuernos perfilándose contra la luz tenue y sus ojos verdes brillando con sabiduría y poder.
—Bienvenidas, jóvenes —dijo Maléfica con una voz suave que resonaba con siglos de conocimiento—. El equilibrio del tiempo y el espacio está en peligro. Una fuerza oscura está buscando destruir todo lo que conocemos, y necesitamos a las mentes más brillantes para detenerla.
Antes de que alguna de las chicas pudiera hacer preguntas, otra figura apareció junto a Maléfica. Una mujer de cabellos plateados y una expresión grave. Hermione la reconoció al instante: era la Bruja Blanca. Su presencia era tan fría como el invierno eterno que una vez creó.
—Jadis —murmuró Hermione, alarmada, recordando las historias de Narnia.
—Tranquila —dijo Maléfica—. Aunque Jadis y yo hemos tenido nuestras diferencias, esta vez estamos del mismo lado. La situación requiere de alianzas improbables.
—Hay un artefacto —continuó Jadis—. El Reloj del Tiempo, que tiene el poder de reescribir la historia. Si cae en las manos equivocadas, todas las realidades se desmoronarán. Vosotras sois las elegidas para encontrarlo y destruirlo.
—¿Dónde está ese Reloj? —preguntó Hermione, siempre la más pragmática.
—Lo hemos rastreado hasta una dimensión perdida, un lugar donde el tiempo no funciona como en el nuestro —explicó Maléfica—. Es peligroso y traicionero, pero con vuestras habilidades, podréis encontrarlo.
Sin perder tiempo, Maléfica abrió un portal que brillaba con un tenue resplandor verde. Las chicas se miraron entre sí, sabiendo que no había vuelta atrás.
—Vamos —dijo Hermione con determinación, dando el primer paso hacia el portal.
Al otro lado, encontraron un paisaje desolado, donde el cielo era de un tono verdoso y las sombras parecían moverse por su cuenta. Avanzaron con cautela, usando sus habilidades combinadas: Matilda, con su mente prodigiosa, descifró los enigmas que bloqueaban el camino; Enola, con su astucia detectivesca, descubría pistas ocultas; y Miércoles, con su frialdad imperturbable, mantenía a raya las criaturas oscuras que intentaban atacarlas.
Tras horas de búsqueda, llegaron al centro del paisaje, donde encontraron el Reloj del Tiempo, un artefacto dorado flotando en el aire. Pero no estaban solas. Una figura encapuchada apareció frente a ellas, con una risa malvada resonando en el aire.
—Pensáis que podéis detenerme —dijo la figura, revelando un rostro pálido y ojos llenos de crueldad—. Soy Ana Frank, pero no como la conocéis. Soy la sombra que ha crecido en los rincones oscuros de la historia, la versión que fue consumida por el odio y la desesperación.
Hermione sintió un nudo en el estómago. Esta versión de Ana Frank era una advertencia de lo que podría ocurrir si el Reloj caía en las manos equivocadas.
—No dejaremos que uses el Reloj para deshacer el mundo que conocemos —dijo Hermione, levantando su varita.
—No lo conseguiréis —replicó la oscura Ana Frank, avanzando hacia ellas.
Pero juntas, combinando magia, inteligencia y valentía, lograron enfrentarse a ella. Hermione, Matilda, Enola, Miércoles y la fuerza de su alianza les permitió destruir el Reloj del Tiempo y salvar todas las realidades. Cuando regresaron a su mundo, Maléfica las esperaba con una sonrisa.
—Habéis cumplido con creces. El equilibrio se ha restaurado, gracias a vosotras.
Hermione miró a sus compañeras, sintiendo que habían logrado algo más grande de lo que jamás imaginaron.
Así pues, os comentamos que es posible acceder al relato ilustrado en este enlace: https://prezi.com/view/OlfQMvEICEqoMBSJ6OQ9/
Con cariño mágico,
El equipo Leviosá ✨
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