Aquí os dejamos nuestro relato literario titulado
El Cruce de los Mundos
Un día Hermione Granger estaba sentada en la biblioteca de Hogwarts, rodeada de una gran cantidad de manuales en los que aparecían diversos trucos de magia. Últimamente, no le ocurría nada malo pero tampoco se sentía plena. No porque no hubiera aprendido lo suficiente, sino porque su curiosidad iba mucho más allá del mundo mágico que ya conocía. Hasta el momento, en su última clase, había visto un encantamiento que consistía en hacer viajes entre dimensiones, algo que despertó su interés de inmediato. La oportunidad de explorar otros mundos, de aprender cosas que no existían en su universo, la emocionaba profundamente.
Las tardes en Hogwarts eran muy monótonas y por ello decidió ir a la biblioteca. Seleccionó uno de los libros y, para su sorpresa, encontró un viejo pergamino dentro que explicaba cómo abrir portales a otros reinos. Decidió probarlo y con cuidado, recitó el conjuro. De repente, una brillante luz la envolvió, y cuando se dió cuenta, ya no estaba en Hogwarts.
Hermione se encontraba en un oscuro bosque que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. A lo lejos, vio moverse a una pequeña figura que avanzaba poco a poco hacia ella. Era una niña con el cabello corto y oscuro que traía consigo una expresión decidida. "¡Hola!", exclamó la niña. "Me llamo Matilda. Creo que estábamos destinadas a encontrarnos en algún momento y…¡ ha sido ahora!".
Hermione, sorprendida, reconoció de inmediato a Matilda, la niña con poderes telequinéticos que había leído en un libro durante su infancia. "¿Tú también puedes usar la magia para conseguir todo lo que te propongas?" preguntó Hermione con curiosidad.
Matilda sonrió. "No es exactamente magia, pero tengo habilidades especiales. Algo me dice que las necesitaremos para poder salir de aquí... Este lugar no se parece a ninguno que haya visto antes. Además, siento más miedo que cuando la Srta. Trunchbull me grita por cualquier cosa , y ya es decir…
Antes de que pudieran intercambiar más palabras, una sombra se proyectó sobre ellas. Alzaron la vista y vieron una especie de tornado luminoso que se acercaba muy lentamente. De entre la tormenta se podía divisar una gran figura: un hombre alto con un sombrero puntiagudo y una túnica verde. "Soy el Mago de Oz", anuncia con una voz retumbante. "Este mundo es totalmente distinto al tuyo, Hermione. Aquí se cruzan historias, realidades y destinos".
Hermione estaba a punto de preguntar por qué había sido llevada allí cuando, de repente, el aire se llenó de pétalos de rosa y jazmín. De entre los pétalos, apareció una figura imponente: una criatura con colmillos, pero mirada triste. Junto a él, una bella joven con un gran vestido de satén amarillo. Hermione la reconoció de inmediato. Era Bella.
"Él es la Bestia", explicó Bella, sorprendida ante la situación. "Nos hemos visto atrapados en este mundo extraño y lejano de nuestro hogar y nuestros seres queridos. Y, aunque parezca mentira, no importa como quiera cambiarlo... A veces las primeras impresiones son las que importan y las que hay que tener en cuenta, como cuando alguien piensa que un orgullo desmedido puede ocultar los verdaderos sentimientos", dijo Bella con una bonita y brillante sonrisa.
Hermione, Matilda, Bella y la Bestia se miraron, sabiendo que había algo más significativo en juego. Como si cada uno de ellos fuera parte de una ecuación compleja, un misterio que debían resolver juntos.
"Hay algo que hace que estemos todos conectados y por lo que debemos de luchar y resolver", murmuró Hermione. "Los mundos que habitamos son diferentes, pero los desafíos a los que nos enfrentamos son parecidos y, por tanto, tenemos que pelear por ellos. Nos enfrentamos a situaciones que intentan saber en todo momento dónde estamos y lo que hacemos, como si estuviéramos en una sociedad donde la libertad y la identidad son restringidas por reglas inhumanas".
El Mago de Oz con cara pálida y ojos asustados, dijo:. "Este lugar es como el punto de encuentro de nuestras vidas. Aquí se cruzan todas las historias, todas las posibilidades. Si no encontramos una salida, podríamos quedar atrapados para siempre y no podríamos volver a ser como antes".
Hermione, con su varita intentó mover y desplazar algunas piedras cercanas, formando un dibujo en el suelo que coincidiese y tuviese relación con cada uno de los personajes. "Puede que la clave esté en lo que compartimos, no en nuestras diferencias".
Hermione miró a su alrededor y se dio cuenta que el cruce de historias, le recordaba que hasta en los mundos más diferentes y opuestos, siempre se tienen unos elementos en común: la búsqueda de justicia, de comprensión y de libertad.
"Vamos", dijo con entusiasmo y alegría. "Si nos unimos, podemos encontrar el camino para volver. Después de todo, no importa el mundo del que venimos sino como elegir cambiarlo y salir de esta juntos y felices".
También se puede visualizar en formato cuento en el
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