martes, 22 de octubre de 2024

CRelato, 6Dorothy, IIIMiras

RELATO LITERARIO

Había una vez en una ciudad llamada el Mundo de Oz donde los semáforos brillaban con luces de colores que nadie conocía, un pingüino llamado Pipo. Pipo no era un pingüino cualquiera, pues a diferencia de sus compañeros que resbalaban alegremente sobre el hielo, él tenía una fascinación por las bicicletas. Un día, paseando por el puerto, vio una bicicleta vieja apoyada contra una farola. Tenía el manillar torcido y una rueda desinflada, pero para Pipo, esa bicicleta brillaba como el tesoro más preciado.

Decidido a aprender, se subió como pudo al asiento, aunque le quedaba grande. Las ruedas chirriaban al moverse, pero él pedaleaba con entusiasmo, tropezando y cayéndose cada pocos metros, hasta que poco a poco fue dominando el arte de pedalear. Su figura con aletas cortas pedaleando por las calles de la ciudad se volvió famosa en poco tiempo. 

Una mañana cuando iba montado en su bicicleta, Pipo se encontró con muchacha  llamada Cenicienta, quien se asombró al ver a un pingüino montando en bicicleta, esta iba de camino a un baile, Pipo, al verla que caminaba con tanta prisa se acercó a ella y le dijo:

  • Hola, ¿ Dónde vas con tanta prisa?

Cenicienta le miró y contestó:

  • Al baile del castillo que organiza Alicia, que ha venido del País de las Maravillas después de muchos meses.

Pipo sorprendido, se ofreció a llevarla hasta el baile. Nada más atravesaron la puerta de entrada, éste parpadeó porque no estaba seguro de si aquello era real o parte de la fantasía de la niña, pero algo en aquel lugar le pareció mágico. Conoció a muchas personas, como a Alicia, a Campanilla y a un chico que le cayó especialmente bien, Peter Pan. 

Cuando ya llevaba un rato allí, Pipo decidió que era hora de volver a casa, pero tenía un problema, el despistado pingüino no sabía regresar a su hogar. Después de mucho rato caminando, se encontró con una niña llamada Dorothy. Ésta tenía el mismo problema que Pipo, así que ambos se unieron para llegar a casa juntos.

Tras pasear por las calles de la ciudad durante una hora, se encontraron con una lámpara mágica. Al frotarla, salió un genio que les daría la pista definitiva para poder regresar a sus casas. Éste les dijo que si tocaban el timbre de la bici de Pipo tres veces, les llevaría de vuelta a casa volando con la bicicleta.

Ambos amigos se quedaron asombrados cuando tocaron el timbre 3 veces y la bicicleta se puso a volar por el cielo hasta llegar a sus casas, donde descansarían hasta su próxima aventura juntos.

FIN


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